lunes, 2 de junio de 2014

La vida es un regalo porque vas y chingas a tu puta madre




HOLISH!!! Hoy después de 2 años y un titipuchal de días revivimos y salimos a la super colonia Roma a jugar como en los viejos tiempos. Esta vez decidimos hacer una travesura en honor de un gran marica, el Keith Haring, un gringo bien buena onda que murió de SIDISH (AIDISH), pero antes de eso se la cotorrió bien chingón, con todos sus amigos artistish del Nueva York de los ochentas, imprimiendo sus peculiares garabatos en centenar de mugrero, camisetas, bardas, calzones, chichis de Madona y demás, mismos que comenzó rayando en el metro de NY, sobre los paneles destinados a la publicidad. Este temerario chavo, fue arrestado por semejante atrevimiento decenas de veces, qué barbarish!

Elegimos a este calvo porque curiosamente, a las dos, nos empezó gustando en la adolescencia, y después nos dio poquita hueva porque estaba por todos lados, en paraguas de señoras, carpetas del trapper keeper, y lo usaba pura gente idiota, después, con el tiempo, y unas lecturillas, visitas a museos, corazones sensibles y cachetadas al ego, reconocimos la importancia de las travesuras de este chaval. Sus dibujitos son pura buena onda, güey!

Con todo y que el hecho de haber empezado rayando tarugadas en el metro y terminar vendiendo calzones con perritos ladrando en diversos almacenes de prestigio, tiendas de museos y oxxos, pudiera dar la idea de que el beibi es un sell-out, después de revisar bien su trabajo, leer cachitos de sus diarios (en los cuales nos cuenta còmo vivia su vida sexualmente muy activa), nos dimos cuenta de que sus intenciones eran bien bonitas, él quería que la gente pudiera acceder al arte sin tener que antes haber accedido a los dineros, que una obra de arte pudiera llevarse puesta, no para las selfies, sino para darle vida y pasarla suave, y también para las selfies. Y eso no lo debemos de olvidar nunca, porque esas cosas importan bien cabrón. El que vende no es idiota, se puede ser muy under y ser idiota. La idiotez es bien democrática. Hay para todos.

Después de esta travesura, se nos refrescó la memoria y nos dimos cuenta que somos re felices cuando hacemos estas tonterías y que nos encantaría a nosotras no ser nosotras e ir por la calle y encontrarnos un poste lleno de dibujitos de Keith Haring o de quién sea, y que nos alegraran el camino. Aunque nuestro presupuesto sólo dé para fotocopias, es una manera de compartirle a la bandera algo lindo, que hizo alguien lindo, antes de morir de una enfermedad no linda.

La instalación de hoy y todas las sonrisas y cosas buenas que provocara, son dedicadas con mucho amor a nuestro amigo Ave y en especial a su hermano Juan Carlos, quien acaba de irse a vivir al lugar más bonito del mundo: la memoria. 


















Ambar y Luino, nuestros primeros visitantes 





Con amor Taquitojocoque (todojunto) y Perrito








1 comentario:

  1. Es una belleza que estén otra vez jugando. Jugar es la vida por las razones que ustedes expresaban al principio.

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